Si estás empezando a usar GNU/Linux, una de las palabras que te vas a encontrar y que se usa en la mayoría de distribuciones GNU/Linux es paquete. ¿Qué quiere decir esto exactamente?
Un paquete no es más que el archivo comprimido (piensa en un .zip o en un .tar) que permite instalar algo en tu ordenador. A menudo ese algo es un programa, pero los paquetes a veces también se usan para instalar manuales de usuario, archivos extra, fondos de pantalla o herramientas de desarrollo.
La ventaja de esto, sobre todo si vienes desde Microsoft Windows u otro sistema operativo donde cada programa se instale a su manera, es que esto da una forma única de instalar nuevo software en el sistema. Y como es única, también facilita que existan programas que hace más fácil instalar el programa.
Esto es algo en lo que GNU/Linux fue de los pioneros, pero que hoy en día otros sistemas han aprendido. Tanto Windows como macOS tienen una «tienda de aplicaciones» que permite instalar programas con un click, igual que en los móviles. Sin embargo, sigue siendo muy habitual que en Microsoft Windows, para instalar un reproductor de vídeo o un navegador web, tengas que descargar un programa ejecutable y seguir un asistente, que además a menudo es diferente entre un programa y otro.
Sin embargo, como en GNU/Linux cada paquete tiene la misma forma, sea lo que sea, existen los gestores de paquetes, que son los programas que se usan para instalar y borrar paquetes con el software de un sistema. Y ese gestor de paquetes es el que se ocupa de la instalación por nosotros, para que no tengamos que aprender a usar cada instalador.

Por lo tanto, cuando en GNU/Linux quieres instalar un editor de vídeo, o un navegador web, o una hoja de cálculo, lo que haces es simplemente localizar su paquete en internet e instalarlo. Esto a menudo se puede hacer desde la terminal, pero también hay programas gráficos especializados, como el Centro de software, la aplicación Software de GNOME, o Discover de KDE, que te dejan navegar de forma gráfica por la lista e instalarlos pulsando un único botón.
El gestor de paquetes también permite desinstalar programas. Es más potente que en otros sistemas operativos, porque a la que instala un paquete lo analiza para saber qué está copiando sobre el disco exactamente, por lo que cuando vayas a borrar un paquete, conoce exactamente qué archivos forman parte del paquete para saber borrar todo lo que pueda borrarse. En conjunto, el gestor de paquetes forma un potente engranaje que permite clasificar de forma casi perfecta todos los programas que tienes en tu ordenador para que no te falte de nada. Pero eso es una definición para otro artículo.
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