.io es un dominio popular en internet que usan muchas tecnológicas, por el simil con «input-output». Además, muchos hostings de sitios web como GitHub Pages o GitLab Pages lo utilizan para separar las páginas de usuario del resto de contenido.
Pero realmente, .io es el dominio regional de lo que hasta ahora se ha conocido como el British Indian Ocean Territory (o sea, Territorio Británico del Océano Índico), una colonia que Reino Unido tiene por el momento en el Archipiélago de Chagos. Sin embargo, esto podría cambiar, ahora que Reino Unido ha anunciado que devolverá el territorio a Mauricio.
El problema es que cabe la posibilidad de que, con ello, caiga también el dominio .io, que es precisamente el que tiene asignado este territorio. Los dominios ccTLD se asignan y se quedan obsoletos a la vez que los países a los que se asocian se fundan o se disuelven. No es un evento muy habitual, pero ya ha pasado varias veces, aunque el resultado es impredecible porque no siempre se ha tomado la misma decisión.
Más de 200.000 sitios web están activos con un dominio .io. Si finalmente, se deja caer el ccTLD en el futuro, una vez que ese territorio deje de ser considerado parte de Reino Unido, y por lo tanto tenga ese nombre, es posible que muchos sitios en internet tengan que buscarse una nueva ubicación si se decide no conservarlo.
Hay antecedentes en el pasado de que un país, tras independizarse o integrarse en otro, cambie de código dominio regional en internet. Al fin y al cabo, los dominios en internet existen desde hace mucho tiempo, y son incluso más antiguos que acontecimientos históricos como la caída del muro de Berlín.
Tras la disolución de Checoslovaquia, su dominio regional (.cs), que existía desde 1990, fue declarado obsoleto, y finalmente fue retirado de la tabla en 1995. La República Checa se quedó con el dominio .cz, y Eslovaquia con el .sk.
Sorprendentemente, el dominio .yu, asignado originalmente a la vieja Yugoslavia, continuó en uso hasta 2008. La República Federal de Yusgolavia continuó haciendo uso del dominio, incluso tras cambiar la denominación del país a Serbia y Montenegro en 2003. Finalmente, cuando Serbia y Montenegro se independizaron la una de la otra, Serbia recibió el .rs y Montenegro recibió el .me, y el dominio .yu fue retirado definitivamente en 2010.
Sin embargo, no siempre tiene por qué desaparecer. Tras la caída de la Unión Soviética, cada país de la vieja unión recibió su propio dominio regional como consecuencia de recibir su propio código ISO. Por ejemplo, los dominios .ee y .ua existen desde 1992. Sin embargo, se da la circunstancia de que el dominio .su, que se asignó a la Unión Soviética, continúa existiendo a día de hoy y es usado por más de 100.000 dominios. Esto es porque Rusia, pese a tener también el .ru, decidió conservar y hacerse cargo del .su.
ICANN te da un dominio, quieras o no
En algunos casos puede contrastar que un país tenga dominio de internet con la proyección que ese país da o la impresión nos fuercen a tener de él. El dominio .su existe desde 1990, y eso es lo que condicionó que pueda seguir existiendo hoy en día. Incluso llegó a preasignarse en los años 1980s un dominio .dd para Alemania del Este, aunque no se aprobó a tiempo y por lo tanto nunca llegó a existir formalmente.
Lo normal es que la ICANN, que es la agencia internacional que lleva estas cosas, trate de asignar un código de dominio regional a un país siempre que sea posible, al magen de su situación política o de si usa internet de forma activa o no. Corea del Norte tiene su propio dominio en internet, el .kp, pero puesto que los pocos ordenadores que hay en el país operan como una intranet gigante, el número de sitios web que lo usan de forma internacional es limitado: apenas algunas agencias de gobierno, su aerolínea y su canal de televisión.
Además, una vez que la ICANN decide que hay un dominio asignado para un país, tiene que haber una organización que lo reclame para gestionarlo en nombre de ese país, que generalmente suele estar asociada con su gobierno. Sin embargo, tiene que ser reclamado por una organización como mínimo y como máximo. San Martín, por ejemplo, tiene un dominio reservado, pero como ninguna organización lo ha reclamado, continúa sin asignar.
Un caso opuesto es el dominio .eh, asignado a Sáhara Occidental. En 2006 hubo una aproximación para hacerse cargo del dominio por parte de una entidad asociada al Frente Polisario, pero dado que Marruecos, que actualmente mantiene ocupado el país, reaccionó a esto presentando su propia propuesta, la ICANN de momento no puede transferirlo porque no puede decidir a quién dárselo.
El caso de los dominios administrados por entidades privadas
En ocasiones, el gestor de un dominio regional es una empresa privada, que puede llegar a un acuerdo con el gobierno de un país para explotarlo comercialmente a cambio de dinero o de inversiones en el país. Esto suele ser frecuente en pequeñas islas donde, en cualquier caso, no existe una gran inversión en internet dada la ubicación remota en la que se encuentran, pero sí puede venir bien el dinero que generan.
Uno de los casos más famosos es el dominio .tv, que es el dominio regional de la Isla de Tuvalu, pero gestionado de forma privada, y virtualmente tratado como un dominio relacionado con el mundo de la televisión y el entretenimiento más que como uno regional. Tuvalu recibe dinero anualmente por la explotación comercial de su dominio.
El gobierno de Anguila también recibe anualmente un 10% de su PIB en compensación por las ventas que genera su dominio regional .ai, popular en el mundo de la inteligencia artificial.
El caso del dominio .io es especialmente polémico. A pesar de que el gobierno de Reino Unido lo niega, a lo largo de los últimos años se han recibido varias quejas de que las royalties derivadas de la explotación comercial del dominio .io van directas a Gran Bretaña. Algunas de las quejas han sido presentadas por la propia empresa que gestiona el dominio de forma privada. Otras organizaciones han reclamado en el pasado la repatriación del dominio para que su gestión se haga directamente desde las islas del Índico.