Hoy en día, lo normal es que el procedimiento de instalación de muchas distribuciones GNU/Linux traten la cuenta que creas durante la instalación, por ejemplo, esa que creas cuando te pregunta cómo te llamas y cuál quieres que sea la contraseña de tu cuenta personal, como una cuenta administradora. Esta cuenta es normal, como cualquier otra, pero tiene permiso para utilizar el comando sudo
cuando quiera ejecutar un comando administrativo que sirva para configurar la máquina y que deba ser restringido únicamente para personal autorizado.
Esta es la razón por la que, por lo general, ya no se te pide crear una contraseña para root cuando configuras la máquina. Pocas distribuciones, entre ellas Debian, continúan ofreciendo la posibilidad de establecer una contraseña separada para esta cuenta. Cuando hagas eso, tendrás tu cuenta local para el día a día, pero podrás iniciar sesión como root con la segunda contraseña que has establecido, mediante el uso de la herramienta su
para cambiar temporalmente de usuario en una sesión de terminal.
Sin embargo, por lo general hoy en día no se quiere esto. Para empezar, es poco conveniente tener que recordar varias contraseñas. Por otro lado, en un sistema compartido donde se quiera dar permisos de administración a varias personas, todas las personas tendrían que compartir la misma contraseña, algo que nunca se debería hacer.
Por eso, el panorama es mejor cuando son las cuentas locales las que se marcan como administradoras de sistema, para que puedan utilizar el comando sudo
y elevar temporalmente sus privilegios durante una sesión de terminal para administrar algo. Te cuento más sobre el funcionamiento de sudo en este artículo que escribí hace un tiempo:
Si tu distribución no te pregunta como paso de instalación que establezcas una contraseña para root, posiblemente te esté haciendo un favor. Esto no quiere decir que no esté prohibido. Si aun así, después de pensarlo bien, decides establecer una contraseña para root y prefieres utilizar su
, adelante. Sin embargo, es una complicación más que no deberías plantearte si no lo necesitas.
Existe una razón más para mantener la cuenta de root inactiva y utilizar sudo
(o doas
, ya puestos en primer lugar), y es la auditoría. Lo normal es que puedas configurar sudo para dejar constancia en algún tipo de log de que has utilizado una elevación de privilegios para hacer una tarea reservada. En sistemas multiusuario, o en sistemas donde haya que aplicar un mínimo de seguridad, como servidores, puede que incluso este log sea obligatorio de recopilar para asegurarse de que no se produce un acceso no autorizado a un recurso restringido o incluso que un usuario autorizado haya decidido hacer una operación cuestionable por la que deba ser preguntado más adelante.