¿Por qué es importante usar una versión de Ubuntu actualizada?

Si te preguntas ¿qué importa que mi versión de Ubuntu pierda soporte? ¿qué más dará seguir usando un sistema que ya no recibe actualizaciones? Bueno, es un poco más complicado.

La principal implicación es la seguridad. Es verdad que los atacantes se han movido hoy en día a otras formas de intentar robarte datos, que no involucran descargar una pieza de malware en tu sistema. También es verdad que de por sí GNU/Linux es bastante más seguro que las alternativas. Sin embargo, si mañana se supiese que el lector de PDFs tiene un fallo que permite robar información al abrir un PDF envenenado, probablemente mirarías con recelo cualquier PDF que te descargues por si compromete la seguridad de tu máquina.

Cuando usas un sistema operativo que recibe actualizaciones, en poco tiempo lo normal es que ante un problema de seguridad tengas disponible desde APT o desde el Centro de software en general, el parche que permite solucionar ese problema. Pero un sistema operativo que ya no recibe actualizaciones simplemente no te va a aportar eso. Por lo tanto, vas a tener que buscarte la vida por tu cuenta, y a veces el programa que intentes actualizar a mano estará tan integrado con otras dependencias del sistema, que no se dejará actualizar fácilmente.

Además, puede que en cualquier caso ni siquiera puedas obtener esas dependencias. Cuando una versión de Ubuntu pierde soporte, Canonical la podría archivar. Eso significa que incluso aunque decidas seguir usando una versión sin soporte, el servidor online desde el cual tu sistema operativo descarga programas podría quitar esos archivos, para hacer sitio para la próxima edición. Si un día necesitases hacer una tarea con tu máquina que requiere un programa nuevo que no tenías hasta el momento, tal vez te cueste encontrarlo.

Pero también es verdad que hoy en día no muchas cosas se hacen con aplicaciones ordinarias, y que casi todo se hace desde la web. Si no entran actualizaciones para tu navegador web, se quedará atrás. La web, lamentablemente, hoy en día requiere que los navegadores publiquen cada dos meses como mucho nuevas versiones de sus navegadores. Algunas páginas web podrían empezar a usar funciones demasiado recientes que todavía no estén en tu versión, y eso podría provocar que algunos sitios empiecen a fallar o se rompan.

Si no quieres actualizar porque te da palo estar cambiando cosas o que se pueda romper algo durante el proceso de actualización, la solución es simple: pásate a una LTS. Las versiones de Ubuntu de tipo LTS tienen soporte para varios años, por lo que el número de veces que tendrás que actualizar tu ordenador para cambiar la versión del sistema operativo será menor. Hoy en día, además, gracias a Flatpak y Snap, es posible usar versiones recientes de programas de escritorio de forma más conveniente y simple, por lo que no tendrás que preocuparte ni siquiera de estar usando una versión del procesador de textos o del editor de imágenes que tenga varios años de antiguedad.

Si quieres saber más sobre cómo funciona una distribución LTS, en el siguiente enlace te aporto más información al respecto.

¿Vale la pena actualizar a Ubuntu 24.10?

Ayer salió Ubuntu 24.10, la edición del 20 aniversario de Ubuntu. Incorpora novedades como Linux 6.11, o un nuevo intento de utilizar Wayland por defecto en ordenadores equipados con tarjetas gráficas NVIDIA. Además, trae algunos guiños al pasado, aprovechando precisamente su cumpleaños, como la posibilidad de reproducir al encender el ordenador el sonido de arranque de las primeras versiones de Ubuntu (¿os acordáis cuando los ordenadores reproducían un sonido para dar los buenos días?).

En fin, la cuestión es que esta es la versión que viene después de Ubuntu 24.04, que es una versión LTS, por lo que alguien que lleve poco tiempo en GNU/Linux, y más concretamente en Ubuntu, tal vez se esté preguntando si es buen momento para actualizar a Ubuntu 24.10 o no desde Ubuntu 24.04.

Una edición de tipo LTS, como ya he contado anteriormente, es un tipo de versión donde se reciben actualizaciones de software durante un mayor periodo de tiempo. En el caso de Ubuntu LTS, este plazo es de al menos 3 años. Pero en el caso de Ubuntu 24.10, al no ser LTS, dentro de 9 meses habrá que desalojar y actualizar a Ubuntu 25.04.

Actualizar Ubuntu es fácil y conveniente en la mayoría de casos. Sin embargo, como todo en esta vida, puede haber excepciones. Si lo único que haces tras instalar Ubuntu es abrir el navegador web y descargar archivos, y no cambias ni el fondo de pantalla, raro sería que pasase algo si te decides a abrir el actualizador.

Pero si has instalado drivers, has cambiado el aspecto de tu entorno gráfico mediante extensiones o mods, o has modificado el comportamiento interno de la máquina con algún programa de administración, es verdad que actualizar el sistema puede costar un tiempo adicional a la vez que verificas que todos esos cambios que has hecho continúan funcionando tras actualizar.

Por lo tanto, saber si actualizar a cualquier última versión de Ubuntu o no es una cuestión de decidir qué es más importante: si que te sorprenda tu ordenador la próxima vez que lo enciendas, o tener paz y no perder tiempo innecesario en volver a dejarlo como estaba antes.

Es verdad que Ubuntu 24.10 está empaquetado de novedades. Debido a que ahora usa GNOME 47, podrás usar sus nuevas características que mejoran el día a día. Por ejemplo, ¿sabías que trae una ventana de seleccionar archivo completamente renovada cuando usas un control para seleccionar archivos, como el menú Abrir? Además ahora en ese diálogo puedes directamente arrastrar un archivo que tengas localizado en otra ventana, para no tener que buscar la carpeta otra vez.

¿Cómo sé si me conviene quedarme en la 24.04 o actualizar a la 24.10?

Logo de Ubuntu.

En líneas generales, si eres el tipo de persona que valora siempre poder probar las nuevas funciones que acaban de agregar a los programas que utilizan para poder disfrutar de la ergonomía que puede aportar en el día a día, tal vez te interese mantener tu sistema actualizado siempre a la última edición.

A cambio, ten en cuenta que si actualizas con frecuencia, tendrás que solucionar todos esos problemas que mencionaba antes que pueden ocurrir cuando personalizas tu sistema. Es posible que algunas extensiones dejen de funcionar. O bien, que algún driver del sistema deje de funcionar como hasta ahora, lo que puede dificultarte regresar a la normalidad tras actualizar la máquina.

La apuesta más sólida si te preocupan estas cosas y no puedes perder ni un minuto con tus quehaceres diarios debido a este tipo de problemas, es mantenerte en una versión LTS. Estas versiones, como he dicho antes, tienen soporte por varios años. El trámite de actualizar lo tendrás que pagar igualmente, pero a cambio lo distanciarás en el tiempo más. Incluso puede que para entonces ni siquiera sigas usando Ubuntu o que hayas cambiado de máquina.

Sin embargo, esto no es gratis. Ten en cuenta que con el tiempo, algunos paquetes del repositorio de Ubuntu pueden empezar a ser más antiguos. Te perderás las nuevas funciones, así que si te enteras que el editor de imágenes ahora tiene un filtro nuevo, probablemente no lo puedas usar a la primera. Además, algunas dependencias podrían ser tan antiguas que incluso software nuevo que vaya saliendo podría resultar incompatible. Este tipo de problemas quedan solucionados usando Snap o Flatpak, que permiten separar la actualización de las aplicaciones de lo que hagan los repositorios centrales.

Así que, concluyendo, la decisión de si actualizar a Ubuntu 24.10 o quedarte en la 24.04 dependerá sobre todo de saber qué valoras más: si tener un sistema completamente al día que huele a coche nuevo, o de si tu sistema tiene tantos parches y cosas pegadas con cinta adhesiva que es mejor actualizarlo con menos frecuencia.

Diccionario: LTS

Algunas distribuciones GNU/Linux suelen anunciar en su página web el lanzamiento de versiones LTS. Por ejemplo, en el caso de Ubuntu. ¿Qué quiere decir LTS?

Algunas distribuciones GNU/Linux suelen anunciar en su página web el lanzamiento de versiones LTS. Por ejemplo, en el caso de Ubuntu. ¿Qué quiere decir LTS?

LTS son las siglas de Long Term Support, y hace referencia a que se trata de versiones que van a recibir soporte por parte de los maintainers de la distribución durante más años que una versión regular.

En todas las distribuciones de GNU/Linux serias que encontremos por internet, va a haber una persona o grupo de personas a cargo del mantenimiento. Esto incluye detectar y corregir errores que se puedan producir en la versión, o fundamentalmente el coordinar la entrada de actualizaciones por parte de otros paquetes. Por ejemplo, si KDE corrige un bug en Plasma y la distribución porta KDE Plasma en sus repositorios, el soporte hace referencia a que eventualmente tu gestor de paquetes te traiga la actualización que corrige ese bug porque quien está manteniendo la versión de tu distro se ha ocupado de importar en el gestor de paquetes esa versión corregida.

Soportar versiones de GNU/Linux es complicado y lleva esfuerzo, porque hay que vigilar y en algunos casos securizar y validar correcciones de errores a muchos paquetes para asegurarse de que un arreglo en un paquete no causa problemas en otro. Simultáneamente, las distribuciones GNU/Linux a menudo buscan sacar versión cada pocos años para hacer evolucionar la plataforma, cambiando la arquitectura de la distro. Por ejemplo, cambiar a systemd, cambiar a PipeWire…

Estas dos cosas provocan que sea imposible estar perpetuamente dando soporte a una versión de una distribución GNU/Linux. Es mejor centrar sus esfuerzos en un conjunto de versiones limitada e ir rotando. Esto quiere decir que cuando una nueva release de la distribución sale, la más antigua pierde soporte, para que su equipo se centre en corregir los errores de una.

Generalmente las distribuciones tienen un calendario de publicación. Por ejemplo, sacan una nueva ISO y una nueva versión (Debian 8, Debian 9, Debian 10…) cada 2-3 años, o cada 6 meses, o el primer día de cada mes de abril, por decir algo. Y también establecen una duración para el soporte a esa versión. Por ejemplo, durante los siguientes 9 meses, durante los siguientes 2 años, o hasta que pasen 3 meses de la salida de la siguiente versión de nuestra distro.

Las versiones LTS están marcadas porque no son así. En este caso, el soporte durará más tiempo. Por ejemplo, durante 5 años o durante 10 años desde el lanzamiento de la versión. Esto las hace ideales para instalar en entornos donde queramos no estar cambiando cada dos por tres de sistema operativo o actualizando la versión, por los posibles problemas que pueda traer. Esta es la razón por la que es preferible en un servidor web instalar Ubuntu 22.04, que es una versión LTS, a Ubuntu 22.10, que es una versión que no es LTS y que al cabo de 9 meses tendrá que ser sustituida por otra.

Algunos ejemplos de distribuciones que tienen soporte a largo plazo son:

  • Ubuntu. Si bien las versiones regulares se publican con soporte a 9 meses, la versión que sale cada abril de año par (es decir, la 18.04, la 20.04, la 22.04, la 24.04…) es LTS, y tiene soporte durante varios años. Esto la converte en la distro de preferencia para instalar en entornos donde no deba ser tocada en varios años.
  • RHEL y derivadas. Por ejemplo, EuroLinux, Oracle Linux o Rocky Linux. Se tratan de versiones que igualmente parten del código fuente de Fedora, pero que tienen un soporte de varios años (hasta 10 años).
  • Debian. Sale una versión de Debian aproximadamente cada 2 años. El soporte de cada una de estas versiones dura 3 años. Sin embargo, sigue existiendo un soporte a largo plazo que dura más años, por lo que se puede estar aprovechando una instalación hasta 5 años hasta que llegue el momento de despedirse de ella definitivamente.

KDE Neon es una distro KDE estable pero visualmente al día

Si te gustaría utilizar una distribución de escritorio GNU/Linux pura y sin mucha personalización, y te gusta KDE, una de tus opciones ideales si andas en busca de la próxima ISO a la que distrohoppear puede ser KDE Neon.

Si te gustaría utilizar una distribución de escritorio GNU/Linux pura y sin mucha personalización, y te gusta KDE, una de tus opciones ideales si andas en busca de la próxima ISO a la que distrohoppear puede ser KDE Neon. Se trata de una distribución mantenida por el propio equipo de KDE, que se caracteriza por ser estable, pero incorporar siempre las versiones más recientes del software de KDE.

KDE Neon recibe continuamente actualizaciones de software cada vez que se publican nuevas versiones del software de KDE. Por ejemplo, cuando salió KDE Plasma 5.25, recibió una actualización para ofrecer la última versión de este entorno de escritorio. Y cuando salió KDE Plasma 5.25.1, también tardaron poco en proporcionar el parche de actualización. Ya mostré KDE Plasma 5.25 el domingo pasado en el podcast, pero os hablaré más sobre KDE Plasma 5.25 este viernes en un vídeo que publicaré en el canal de YouTube.

Instalador de KDE Neon
KDE Neon mostrando su instalador al ejecutarlo como Live CD.

A nivel interno, KDE Neon está basada en una versión LTS de Ubuntu. En este momento, por ejemplo, está basada en Ubuntu 20.04. Para quien ya sepa el funcionamiento de las LTS de Ubuntu, se imagina lo que hay: un sistema operativo que busca ser sólido y tolerante a errores, y con pocas sorpresas.

Sin embargo, la principal diferencia entre KDE Neon y simplemente instalar Kubuntu 20.04, es que KDE Neon no se mantiene la política de «no actualizar paquetes» en lo que tiene que ver con KDE, sino que siempre se actualizarán esos paquetes a sus últimas versiones, para ofrecer así las novedades más recientes del entorno de escritorio.

Por lo tanto: ¿qué es mejor, KDE Neon o usar un Kubuntu original? Para responder a esta pregunta tal vez sea necesario antes entender cómo valoras la frecuencia con la que se actualizan los paquetes de tu distribución. Si eres de esas personas que mira con ojitos las noticias de nuevas versiones de una herramienta gráfica y piensa «dentro de un par de años estará en mi ordenador», puede que aprecies poder contar con las nuevas versiones del gestor de ventanas Plasma y de aplicaciones como Kate, Okular, KMail o Elisa.

Captura de pantalla de Plasma 5
El escritorio de KDE Plasma en modo oscuro.

Puedes descargar KDE Neon desde https://neon.kde.org, que viene en dos ediciones: User Edition y Developer Edition. La principal diferencia es que la Developer Edition utiliza versiones preliminares del software (es decir, lo que en algún momento será la próxima versión), y por lo tanto puede ser susceptible de tener bugs si se han metido nuevas funciones o se han hecho cambios que todavía no han pasado el proceso de QA, por lo que deberás tener esto en cuenta si buscas un ordenador que no falle.