¿Vale la pena actualizar a Ubuntu 24.10?

Escritorio de Ubuntu 24.10.

Ayer salió Ubuntu 24.10, la edición del 20 aniversario de Ubuntu. Incorpora novedades como Linux 6.11, o un nuevo intento de utilizar Wayland por defecto en ordenadores equipados con tarjetas gráficas NVIDIA. Además, trae algunos guiños al pasado, aprovechando precisamente su cumpleaños, como la posibilidad de reproducir al encender el ordenador el sonido de arranque de las primeras versiones de Ubuntu (¿os acordáis cuando los ordenadores reproducían un sonido para dar los buenos días?).

En fin, la cuestión es que esta es la versión que viene después de Ubuntu 24.04, que es una versión LTS, por lo que alguien que lleve poco tiempo en GNU/Linux, y más concretamente en Ubuntu, tal vez se esté preguntando si es buen momento para actualizar a Ubuntu 24.10 o no desde Ubuntu 24.04.

Una edición de tipo LTS, como ya he contado anteriormente, es un tipo de versión donde se reciben actualizaciones de software durante un mayor periodo de tiempo. En el caso de Ubuntu LTS, este plazo es de al menos 3 años. Pero en el caso de Ubuntu 24.10, al no ser LTS, dentro de 9 meses habrá que desalojar y actualizar a Ubuntu 25.04.

Actualizar Ubuntu es fácil y conveniente en la mayoría de casos. Sin embargo, como todo en esta vida, puede haber excepciones. Si lo único que haces tras instalar Ubuntu es abrir el navegador web y descargar archivos, y no cambias ni el fondo de pantalla, raro sería que pasase algo si te decides a abrir el actualizador.

Pero si has instalado drivers, has cambiado el aspecto de tu entorno gráfico mediante extensiones o mods, o has modificado el comportamiento interno de la máquina con algún programa de administración, es verdad que actualizar el sistema puede costar un tiempo adicional a la vez que verificas que todos esos cambios que has hecho continúan funcionando tras actualizar.

Por lo tanto, saber si actualizar a cualquier última versión de Ubuntu o no es una cuestión de decidir qué es más importante: si que te sorprenda tu ordenador la próxima vez que lo enciendas, o tener paz y no perder tiempo innecesario en volver a dejarlo como estaba antes.

Es verdad que Ubuntu 24.10 está empaquetado de novedades. Debido a que ahora usa GNOME 47, podrás usar sus nuevas características que mejoran el día a día. Por ejemplo, ¿sabías que trae una ventana de seleccionar archivo completamente renovada cuando usas un control para seleccionar archivos, como el menú Abrir? Además ahora en ese diálogo puedes directamente arrastrar un archivo que tengas localizado en otra ventana, para no tener que buscar la carpeta otra vez.

¿Cómo sé si me conviene quedarme en la 24.04 o actualizar a la 24.10?

Logo de Ubuntu.

En líneas generales, si eres el tipo de persona que valora siempre poder probar las nuevas funciones que acaban de agregar a los programas que utilizan para poder disfrutar de la ergonomía que puede aportar en el día a día, tal vez te interese mantener tu sistema actualizado siempre a la última edición.

A cambio, ten en cuenta que si actualizas con frecuencia, tendrás que solucionar todos esos problemas que mencionaba antes que pueden ocurrir cuando personalizas tu sistema. Es posible que algunas extensiones dejen de funcionar. O bien, que algún driver del sistema deje de funcionar como hasta ahora, lo que puede dificultarte regresar a la normalidad tras actualizar la máquina.

La apuesta más sólida si te preocupan estas cosas y no puedes perder ni un minuto con tus quehaceres diarios debido a este tipo de problemas, es mantenerte en una versión LTS. Estas versiones, como he dicho antes, tienen soporte por varios años. El trámite de actualizar lo tendrás que pagar igualmente, pero a cambio lo distanciarás en el tiempo más. Incluso puede que para entonces ni siquiera sigas usando Ubuntu o que hayas cambiado de máquina.

Sin embargo, esto no es gratis. Ten en cuenta que con el tiempo, algunos paquetes del repositorio de Ubuntu pueden empezar a ser más antiguos. Te perderás las nuevas funciones, así que si te enteras que el editor de imágenes ahora tiene un filtro nuevo, probablemente no lo puedas usar a la primera. Además, algunas dependencias podrían ser tan antiguas que incluso software nuevo que vaya saliendo podría resultar incompatible. Este tipo de problemas quedan solucionados usando Snap o Flatpak, que permiten separar la actualización de las aplicaciones de lo que hagan los repositorios centrales.

Así que, concluyendo, la decisión de si actualizar a Ubuntu 24.10 o quedarte en la 24.04 dependerá sobre todo de saber qué valoras más: si tener un sistema completamente al día que huele a coche nuevo, o de si tu sistema tiene tantos parches y cosas pegadas con cinta adhesiva que es mejor actualizarlo con menos frecuencia.

Autor: Dani

Toqué GNU/Linux por primera vez hace 15 años y ahora trato de contar lo que puedo sobre él. Soy el editor principal de nosgustalinux.es y de su canal de YouTube.