Debian Backports: qué es y cómo activarlo en Debian 11

En este post te cuento qué es debian-backports y cómo activarlo, para poder instalar versiones más modernas de algunos paquetes que trae Debian 11.

Probablemente te habrás dado cuenta que el software que viene en el gestor de paquetes de Debian es un poco más antiguo que el que se puede encontrar en otras distribuciones. Para paquetes que se actualizan con frecuencia, tal vez te sorprenda descubrir que algunos de estos paquetes en Debian traen versiones un poco más antiguas de lo normal. Existe una razón por la que esto es así.

En Debian, prima más la estabilidad de los paquetes que la frecuencia de actualizaciones. Es por ello que en el ciclo de vida de una versión de Debian, una de las primeras etapas es la congelación del repositorio. Esto ocurre meses antes de que salga una versión de Debian. En ese momento, el repositorio de la siguiente versión de Debian deja de aceptar nuevas versiones de los paquetes que porta, y empieza a aceptar solamente correcciones de errores. La idea es poder garantizar que el software que trae el repositorio por lo menos es robusto y tiene sus errores corregidos.

Sin embargo, en algunas ocasiones esto puede ser un problema. Por ejemplo, puede que nuestro ordenador tenga Debian y queramos utilizar una versión reciente de un SDK o de un programa. O puede que por una necesidad de ciberseguridad tengamos que actualizar a una versión de Apache o NGINX más reciente que la que se porta en el repositorio. Si la versión que hay en los repositorios no es lo suficientemente reciente, podemos tirar de debian-backports, suponiendo que el paquete esté disponible en primer lugar.

En definitiva, debian-backports es una forma de traerse desde la rama testing algunos paquetes para que puedan estar disponibles de forma segura en versiones anteriores de Debian. Por ejemplo, traerse paquetes de la rama testing para poderlos usar de forma segura en Debian 11 pero sin cambiar todo el sistema operativo a testing o a sid, algo que puede ser beneficioso en servidores.

Cómo usar debian-backports en Debian 11

Para utilizar debian-backports, lo primero que tendrás que hacer es agregar el repositorio a tu ordenador. Si bien puedes modificar el archivo /etc/apt/sources.list, mi recomendación aquí es crear un archivo nuevo que termine en .list en el subdirectorio /etc/apt/sources.list.d, por ejemplo, /etc/apt/sources.list.d/backports.list. Dentro, añadirás lo siguiente al final del archivo:

deb http://deb.debian.org/debian bullseye-backports main

Este es un paso que puedes dar con un editor de textos como Vim o Nano. Ten en cuenta que en este caso estamos activando el repositorio bullseye-backports porque se trata de Debian 11.

A partir de ahora, podremos instalar paquetes que se porten en el repositorio de backports. No todos los paquetes están en backports, pero sí hay unos cuantos disponibles. Puedes ver la lista completa en packages.debian.org.

Por ejemplo, imaginemos que queremos actualizar el servidor Redis por uno más reciente que el que trae Debian 11 en sus repositorios normales (la versión 6.0.16). Para instalar un paquete desde backports, tendremos que pedirle a apt que use el repositorio bullseye-backports mediante la opción -t:

sudo apt install -t bullseye-backports redis

Si ya teníamos Redis instalado en el sistema, APT lo interpretará como una actualización de software igualmente y se bajará la nueva versión. En este momento, por ejemplo, bullseye-backports porta la versión 7.0.5.

Un detalle importante a tener en cuenta es que pese a que los paquetes de debian-backports han sido testeados para comprobar que funcionan en Debian 11, igualmente se trata de paquetes procedentes de la rama testing, por lo que puede que no tengan tanta estabilidad y confianza como los paquetes congelados que sí trae Debian.

Cómo recupero la contraseña de Ubuntu

¿Qué hacer cuando no se puede iniciar sesión en Ubuntu porque hemos olvidado la contraseña y no hay más cuentas de usuario en el sistema?

Es posible, si tienes una máquina virtual que no sueles usar a menudo, o si tu ordenador tiene dual boot y no pasas mucho tiempo en Ubuntu, que se te pueda olvidar la contraseña que estableciste cuando instalaste el sistema operativo. O bien, por la razón que sea. Existen muchísimas razones por las que se puede perder la contraseña de instalación. ¿Qué hacemos en caso de que no podamos entrar en nuestra instalación de Ubuntu?

Los supuestos

En este post os voy a contar una forma rápida y efectiva de recuperar la contraseña de Ubuntu. No digo que sea la forma definitiva y puede que haya casos donde no funcione.

Por ejemplo, si tu partición está cifrada con LUKS, este consejo no te vale. Es más, ningún consejo te vale. Si los datos de tu disco duro están cifrados y no recuerdas la contraseña, no existe forma de recuperar el acceso, ni siquiera la información contenida en el disco.

Sin embargo, estas instrucciones os pueden echar una mano si habéis hecho una instalación típica de Ubuntu para sobremesas o para máquinas virtuales.

Cambiando la contraseña desde el modo de recuperación

Esta forma de cambiar una contraseña olvidada es tan simple que parece sorprendente que siga funcionando a día de hoy. Pero no nos vamos a centrar hoy en si es excesivamente inseguro y simplemente vamos a aprovechar en nuestro beneficio el hecho de que desde el modo de recuperación de Ubuntu es posible acceder a una shell del sistema operativo, con la que podremos cambiar la contraseña via el comando passwd.

Todo lo que tienes que hacer es arrancar tu máquina de tal forma que salga el menú GRUB. Si Ubuntu es el único sistema operativo de tu ordenador o máquina virtual, es posible que el menú GRUB se salte y se inicie Ubuntu automáticamente. En este caso, GRUB estará configurado para solamente mostrar el menú si no se pudo arrancar de forma segura por última vez. En este caso, reinicia a la fuerza tu ordenador, para que en el segundo arranque salga el menú.

El cargador de arranque de GRUB, versión 2.06.

Ahora lo que tendremos que hacer es pulsar la tecla Abajo para desplazarnos hacia la opción Advanced options for Ubuntu, y pulsar Enter para abrir el submenú. Dentro de este, utilizaremos las teclas de dirección para seleccionar alguna opción de recuperación (por ejemplo, que termine en recovery mode).

Menú de opciones avanzadas de GRUB

Una vez la tengamos seleccionada, pulsamos Enter y dejamos que arranque el ordenador. En este estado, se iniciará una versión diferente de Ubuntu. En vez de entorno gráfico, se cargará un menú de color donde nos presentarán varias opciones de arranque. Tendremos que usar las teclas de dirección para seleccionar la opción root (consola de superusuario), y pulsaremos Enter para confirmar. Después, pulsaremos Enter una segunda vez para entrar en modo mantenimiento cuando pida la confirmación.

Menú de recuperación de Ubuntu entrando en modo consola de superusuario

En la mayoría de instalaciones recientes de Ubuntu, la partición directamente se montará en modo de lectura y escritura. En otras palabras, con este método hemos ganado acceso a una shell de superusuario en el sistema operativo. ¡Tremendo!

Sin embargo, ahora tenemos la posibilidad de cambiar la contraseña utilizando el comando passwd, que tendremos que invocar especificando la cuenta cuya contraseña querramos cambiar. Por ejemplo, para cambiar la contraseña de una cuenta llamada operator, utilizaremos el siguiente comando:

root@ubuntu22:~# passwd operator
Nueva contraseña:
Vuelva a escribir la nueva contraseña:
passwd: contraseña actualizada correctamente

Si tecleáis una contraseña de menos de 8 caracteres es posible que salga un mensaje como CONTRASEÑA INCORRECTA: La contraseña tiene menos de 8 caracteres. Sin embargo, este mensaje es solo un aviso, porque la establecerá igualmente. Contraseñas más largas son más seguras y previenen accesos no autorizados al ordenador.

Hecho eso, salimos de la shell utilizando la combinación de teclas Control-D. Esto nos llevará de vuelta al menú de color, donde tendremos que elegir la opción resume (Continuar con el arranque normal), lo que nos iniciará el ordenador en modo completo, cargando el entorno gráfico.

¿Qué relación y diferencia hay entre Alma Linux y Rocky Linux?

Ambas aparecieron casi a la vez y ambas siguen el mismo sistema de versiones. ¿Por qué existen? ¿En qué se parecen? ¿En qué se diferencian?

Alma Linux y Rocky Linux son dos distribuciones que aparecieron hace unos años para llenar el hueco que iba a dejar CentOS, una veterana distribución derivada directamente de las fuentes de Red Hat Enterprise Linux cuyo soporte fue retirado por Red Hat en 2020. Ambas aparecieron casi a la vez y ambas siguen el mismo sistema de versiones. ¿Por qué existen? ¿En qué se parecen? ¿En qué se diferencian?

Lo que tienen en común

Si bien RHEL es una distribución comercial pensada para empresas y que requiere una suscripción accesible por un jugoso pago periódico, como todo producto con licencia GNU General Public License tiene que tener el código fuente accesible.

Eso significa que otras entidades pueden tomar el código fuente y hacer lo que quieran con él dentro de los términos de uso de la licencia GNU General Public License. Una de las cosas que está permitida es la redistribución, lo que significa que se da la paradoja de que para una distribución comercial como es Red Hat, es igualmente posible tomar las fuentes, recompilarlas y distribuirlas igualmente como otro producto nuevo.

AlmaLinux y Rocky Linux, al igual que su sucesora, CentOS, hacían esto. Tomaban las fuentes de Red Hat y creaban una compilación equivalente en la cual, no obstante, cambiaban todos los logos y nombres de distribución. En parte, la razón por la que se hace esto es porque los términos de la licencia GPL no cubren el uso de marcas, las cuales están registradas. Solo Red Hat puede utilizar su nombre y su logo en sus productos, así que AlmaLinux y Rocky Linux toman las fuentes pero quitan todo el branding para no incurrir en alguna acción ilegal.

Entonces, ¿es lo mismo que ejecutar Red Hat?

Desde el punto de vista del código objeto que se estará corriendo en tu ordenador, tanto AlmaLinux como Rocky Linux garantizan compatibilidad binaria con Red Hat. Eso significa que, incluso si se está usando una de estas distribuciones, tomar cualquier RPM o programa compilado para Red Hat y desplegarlo sobre una máquina que use alguna de estas distros será compatible y el programa funcionará.

Por supuesto, para poder hacer esto, tiene que coincidir la versión. Cada vez que sale una versión de Red Hat, aparece una versión equivalente de sus muchos clones existentes. Estas versiones no tienen mucho campo para innovar. Si acaso, en el software y scripts empleados para generar las ISO. Por ejemplo, AlmaLinux mantiene ALBS, el servidor de compilaciones que se ocupa de compilar los paquetes que luego formarán parte de las versiones publicadas del software.

Sólo es compatible una versión mayor entre sí, como es lógico. Si un paquete se distribuye como compatible con Red Hat 8, no puedes esperar que funcione con AlmaLinux 9. Similarmente, un paquete para Red Hat 9 no va a funcionar en una instalación de Rocky Linux 8.7. Esto es debido a que la compatibilidad binaria no se puede garantizar cuando se trata de una versión mayor diferente, al cambiar tantas cosas en los componentes internos del sistema (versión de glibc, entre otras cosas).

¿Hay realmente alguna diferencia?

Sobre si elegir AlmaLinux o Rocky Linux, no hay ninguna diferencia. Una vez cambia el logo y el nombre, es realmente el mismo software ejecutándose en el equipo. No existe ninguna ventaja entre una distro y la otra.

Las principales diferencias entre AlmaLinux y Rocky Linux están en las personas que están detrás de la distribución. Ambas distros hoy en día han creado una fundación para coordinar el desarrollo. Esto es importante porque hoy día en ambas distribuciones existe toda una sinergia de empresas cooperando para haacer que estas distribuciones funcionen lo mejor posible.

Tras Rocky Linux se encuentra la Rocky Enterprise Software Foundation, una empresa creada por Gregory Kurtzer. Esta persona ya es conocida en el lugar debido a que también fue quien inició el proyecto CentOS allá por 2004, que fue la primera distribución de este estilo que apareció. En cambio, detrás de la AlmaLinux Foundation hay un comité de directores más diverso, ya que su modelo de gobierno está más orientado a la comunidad.

Diccionario UNIX: Tarball

Puede que alguna vez hayas escuchado el término tarball. En esta entrada de blog te quiero contar qué es un tarball. Más concretamente, qué tipos de tarball hay.

Un tarball es simplemente el apodo que recibe un archivo TAR. El origen de la palabra tarball simplemente viene de un juego de palabras, debido a que en inglés, «tar» también quiere decir «alquitrán». Al final del día, no es más que una forma cariñosa de referirse a uno de estos archivos. Pero, ¿qué es realmente un archivo TAR?

TAR es un archivador. Es un formato diseñado para tomar varios archivos y juntarlos en uno único. Por ejemplo, puedes tomar todos los logs de la carpeta /var/log, que estarán dispersos con múltiples nombres, y fabricar un único archivo tar (un tarball) con el que será más fácil de archivar o compartir los datos.

Esquema de cómo funciona (más o menos) un archivo TAR.

El origen de TAR viene de Tape Archiver, y es que TAR es un formato y un programa que lleva con nosotros muchos años. Precisamente el objetivo inicial de TAR era juntar varios archivos en un mismo flujo de bytes para poder pasarlo de forma más fácil a una cinta magnética, en los viejos días donde se usaban cintas magnéticas para guardar la información. Eventualmente, TAR adquirió soporte para guardar en su lugar el flujo de datos en un archivo del disco duro y, hoy en día, sería rara la idea de guardar sobre cinta (a pesar de que hay gente que lo sigue haciendo).

Uno de los puntos clave sobre TAR es que, a diferencia de otros formatos como el ZIP o como el 7Z, TAR no comprime los archivos. Solamente los junta y les pone una serie de metadatos al principio del archivador para que luego se puedan extraer, es decir, separar y volver a dejar como múltiples archivos separados.

Para comprimir un archivo TAR hay que usar otra herramienta separada, como gzip, lzip o xz. Existen múltiples formatos de compresión porque cada uno fue desarrollado en una época distinta y trata de mejorar lo que ya existe. Por ejemplo, el último en aparecer es zstd, el cual promete grandes mejoras de rendimiento cuando se usa en centros de datos grandes.

Sin embargo, lo que hay que tener claro es que, a diferencia de ZIP, donde archivas y comprimes a la vez, en TAR son dos pasos separados. Si quieres crear una carpeta comprimida usando formatos libres, tendrías que:

  1. Juntar con TAR todos los archivos de un directorio en un mismo archivador (por ejemplo, datos.tar).
  2. Comprimir ese archivo (datos.tar), para convertirlo en datos.tar.gz, datos.tar.xz, datos.tar.bz2…
Esquema de la concatenación de un TAR y de su compresión por separado

Por lo general, la forma más correcta de tratar con un archivador comprimido es mantener las dos extensiones, para dejar claro que es un TAR comprimido con algún tipo de algoritmo. En este caso la extensión nos dirá qué tipo de algortimo tenemos que usar para descomprimir. Por ejemplo, .tar.gz nos dice que se trata de un tarball comprimido con gzip, .tar.xz que es un tarball comprimido con xz (LZMA), .tar.bz2 que está comprimido con Bzip2, etc.

Sin embargo, en muchas ocasiones nos vamos a encontrar que juntan ambas extensiones en una única por comodidad. Si somos capaces de entender que .tgz es lo mismo que .tar.gz, y que .txz es lo mismo que .tar.xz, estaremos bien.

RPM Fusion: qué es y cómo activarlo

RPM Fusion es un repositorio de software que trae paquetes adicionales que ni Fedora ni Red Hat empaqueta. En este artículo te cuento cómo puedes activarlo en tu distro.

RPM Fusion es un repositorio de software extra que se puede activar en Fedora, Red Hat y distribuciones derivadas de Red Hat, como CentOS o Rocky Linux. RPM Fusion empaqueta software que de otro modo, ni Fedora ni Red Hat quieren empaquetar, y lo proporciona mediante RPM para que se pueda instalar con herramientas como dnf o yum.

La razón por la que RPM Fusion existe es porque tanto Fedora como Red Hat están gobernados por las mismas políticas en cuanto a software que aceptan en sus repositorios. En particular, hay dos tipos de paquetes de software que suelen estar rechazados.

Aquellos que son privativos, es decir, que no tienen sus fuentes abiertas, suelen tener un rechazo directo por parte de Fedora y de Red Hat para empaquetarlo en sus sistemas. Esto incluye controladores de software publicados para GNU/Linux que no están bajo una licencia compatible con el software libre o que son directamente privativos. En algunos casos, pese a que el código no es abierto, el driver o el software se publica como «distribución permitida», lo que significa que aun así es legal crear copias de los mismos binarios para compartirlas.

En otro caso, se trata de software libre que tiene el código fuente publicado, pero que puede tener problemas de patentes en algunos países en los cuales Red Hat tiene que cumplir la jurisdicción. Suele ser el caso de la mayoría de versiones de codecs de audio y vídeo que, pese a estar publicados como software libre, a menudo juegan en la difusa línea que hay con las incómodas patentes de software. Si puede suponer un problema legal que Fedora o Red Hat porten ese software libre pero relacionado con patentes en su repositorio, es más que probable que no lo hagan.

Lo que precisamente hace con esto RPM Fusion es tomar todo ese software que, como se ve en ambos casos, es legal distribuir debido a los términos de sus licencias (o son libres, o se permite explícitamente distribuirlo), y empaquetarlo en un repositorio de RPM que sea compatible con dnf y con yum. Con esto se puede instalar ese software en distribuciones compatibles: Fedora Linux, Red Hat Linux, AlmaLinux, Rocky Linux, CentOS y otros derivados clónicos de Red Hat.

Mucho software, como los controladores de driver de NVIDIA o Broadcom, códecs como x264 o x265, e incluso programas completos, como Kdenlive, se distribuyen mediante RPM Fusion, y no se van a encontrar de otro modo en el repositorio principal de Fedora o de Red Hat.

Cómo activar RPM Fusion

En distribuciones recientes que utilicen el entorno de escritorio GNOME, una de las formas más simples de activar RPM Fusion es descargar el archivo RPM desde su página web.

Simplemente vamos a la sección «Graphical Setup via Firefox web browser» (que, pese al nombre, funcionará igual en otros navegadores que no sean Firefox, como Brave), y hacemos clic sobre el enlace que más se asemeje a nuestro sistema operativo. Si utilizas CentOS, AlmaLinux o Rocky Linux, solo recuerda que tu sistema operativo es «RHEL or compatible». En todos los casos, recuerda usar la versión correcta de tu sistema operativo, sea Fedora o Red Hat.

Cuando se descargue, únicamente quedará abrir el archivo descargado con GNOME Software, y pulsar el botón Instalar para cargar el contenido del archivo RPM en el sistema. Con esto se importará el repositorio, y la próxima vez que se busque un paquete, se hará una descarga del contenido de RPM Fusion.

Cómo activar RPM Fusion desde la línea de comandos

Pega uno de los siguientes comandos en la terminal de tu sistema operativo de acuerdo con la distribución y versión que estés usando. Recuerda comprobar antes lo que estás pegando en tu terminal. Además, se te van a pedir permisos de superusuario para hacer esta operación.

Activar RPM Fusion Free en Fedora 37 o 36

sudo dnf install https://mirrors.rpmfusion.org/free/fedora/rpmfusion-free-release-$(rpm -E %fedora).noarch.rpm

Activar RPM Fusion non-free en Fedora 37 o 36

sudo dnf install https://mirrors.rpmfusion.org/nonfree/fedora/rpmfusion-nonfree-release-$(rpm -E %fedora).noarch.rpm

Activar RPM Fusion Free con RPM-OSTREE (En Fedora Silverblue)

sudo rpm-ostree install https://mirrors.rpmfusion.org/free/fedora/rpmfusion-free-release-$(rpm -E %fedora).noarch.rpm

Activar RPM Fusion non-free con RPM-OSTREE (en Fedora Silverblue)

sudo rpm-ostree install https://mirrors.rpmfusion.org/nonfree/fedora/rpmfusion-nonfree-release-$(rpm -E %fedora).noarch.rpm

Activar RPM Fusion free en Red Hat, CentOS, AlmaLinux, Rocky Linux

Tendrás que usar dos comandos en vez de uno. Con esto descargarás el soporte para EPEL, un pack de Fedora que también incluye soporte para Linux Empresarial y que es compatible con Red Hat y similares.

sudo dnf install --nogpgcheck https://dl.fedoraproject.org/pub/epel/epel-release-latest-$(rpm -E %rhel).noarch.rpm

sudo dnf install --nogpgcheck https://mirrors.rpmfusion.org/free/el/rpmfusion-free-release-$(rpm -E %rhel).noarch.rpm

Activar RPM Fusion free en Red Hat, CentOS, AlmaLinux, Rocky Linux

El primer comando no es necesario que lo ejecutes si ya lo has ejecutado como paso de la activación de RPM Fusion Free en el mismo sistema operativo.

sudo dnf install --nogpgcheck https://dl.fedoraproject.org/pub/epel/epel-release-latest-$(rpm -E %rhel).noarch.rpm

https://mirrors.rpmfusion.org/nonfree/el/rpmfusion-nonfree-release-$(rpm -E %rhel).noarch.rpm

Flatseal: controla los permisos de tus apps Flatpak

Si utilizas con regularidad aplicaciones Flatpak seguramente ya sepas que muchas de estas aplicaciones vienen por seguridad limitadas para que no tengan acceso más allá de donde realmente les haga falta. De este modo, si una aplicación todo lo que va a hacer es mostrar una página web dentro de algún tipo de ventana Electron, no habría por qué darle permisos para acceder a la carpeta personal (como mucho a la carpeta de descargas) o a los dispositivos de hardware como webcams o micrófonos.

Sin embargo, en algunas ocasiones nos podemos encontrar con aplicaciones que tienen más o menos permisos de lo que consideramos aceptable. ¿Por qué una aplicación de reloj debería tener acceso a internet? O por el lado contrario, si una aplicación de telecomunicaciones no tiene acceso por defecto a la webcam y al micrófono, difícilmente vamos a poder iniciar videollamadas.

Para este tipo de situaciones existen herramientas como Flatseal. Se trata de una aplicación gráfica que todo lo que hace es permitir hacer mediante clics lo que de otro modo tendríamos que hacer desde una terminal con la ayuda del comando flatpak override. Permite modificar los permisos que se le entregan a las aplicaciones instaladas desde Flatpak para así, o agregarle permisos para que puedan acceder a directorios adicionales que no se vieron venir si están provocando problemas de ejecución, o restringir todavía más los permisos de una aplicación si no confiamos del todo en ella.

Hay que tener en cuenta que, si bien algunas distribuciones se preocupan más del software que portan sus gestores de paquetes, Flatpak se ha convertido en el lugar del que descargar clientes gráficos de aplicaciones no tan libres y donde se desconoce del todo su funcionamiento. No estoy diciendo con esto que las aplicaciones de Flatpak sean inseguras, pero en algunos casos no se pierde nada por restringir a una aplicación cloud, como Discord, para que no tenga acceso a nada más que la carpeta de descargas, o para que no pueda ver la lista de procesos en ejecución, por si acaso están compartiendo esa información con terceras personas.

Captura de pantalla de Flatseal ajustando permisos
Flatseal mostrando una ventana de permisos.

La forma de utilizar Flatseal es sencilla. Después de instalarla desde Flathub, la ejecutas. Encontrarás en el panel de la izquierda una lista de las aplicaciones que tienes instaladas en tu equipo. También habrá una opción global arriba que te permitirá ajustar los permisos de todas las aplicaciones.

Una vez tengas marcada una aplicación, el panel de la derecha puede usarse para revocar permisos proporcionados por defecto cuando la aplicación se instala, o para proporcionarle permisos extra. Admisiblemente, no todos los permisos son fáciles de comprender. Esta es la razón por la que Flatseal tiene en su página de GitHub una documentación en forma de manual que te enseña para qué vale cada cosa y qué consecuencias puede tener encender o apagar una opción.

Tienes que tener en cuenta, para acabar, que no todas las aplicaciones van a reaccionar igual de bien a que se le prive de un permiso que da por sentado. Por ejemplo, es posible que algunas aplicaciones empiecen a fallar de formas feas si no tienen permiso para abrir la carpeta de descargas y esperan que puedan. En caso de que una aplicación deje de comportarse como lo normal, siempre puedes utilizar el botón Restablecer que hay en Flatseal para volver a dejarlo todo como estaba.

WattOS, una distro ligera y de poco consumo

WattOS R12 es la última versión de esta distribución minimalista basada en Debian y que cambia el entorno de escritorio y la experiencia inicial.

Este mes salió WattOS R12. Se trata de una distro desconocida porque por otra parte lleva demasiados años sin actualizarse. Sin embargo, su principal autor ha encontrado últimamente tiempo para poner al día su entorno y hace poco publicó la versión 12.

¿Qué es exactamente WattOS? Es una distro más casual y menos conocida que puede ser de utilidad para aquellas personas que quieran utilizar Debian Linux pero que no esten conformes con los defaults que trae éste. En particular, WattOS se caracteriza por utilizar LXDE como entorno de escritorio y por tener un subconjunto reducido de aplicaciones, algo que la convierte en una buena distro para utilizar en ordenadores antiguos… pero no mucho.

Y es que, pese a que Debian 11 está disponible para ordenadores de 32 bits que todavía utilicen la arquitectura i686, WattOS sólo está disponible en este momento en ordenadores de 64 bits, lo que significa que puedes utilizarla para revivir un ordenador viejo, siempre y cuando tenga un procesador compatible. En caso contrario, ni te esfuerces en descargar la ISO porque no se trata de una distro para ti.

Mira esta review como vídeo.

Además de traer LXDE preinstalado, esta distribución agiliza bastante el trabajo para que no haya que hacer lo mismo de siempre tras instalar Debian. En particular, por ejemplo, WattOS trae activos ya los repositorios contrib y non-free, para poder tener más software en el equipo, sobre todo drivers. También destaca que los repositorios de bullseye-backports vienen activos por defecto, para poder instalar versiones más modernas de algunos paquetes que de otro modo habría que obtener a mano.

Incluso antes de instalar WattOS, sorprende el hecho de que disponga de un entorno vivo, para probarlo antes de dar el paso de instalarlo, y que hayan sustituido el instalador típico de Debian por Calamares, un instalador agnóstico de plataforma que cada vez está disponible en más distros.

Finalmente, en cuanto a software preinstalado, además de aplicaciones típicas como PCManFM, gparted o LXTerminal, viene preinstalado VLC, Firefox y Transmission, entre otros programas. Esto es algo que se puede ampliar trayendo software mediante Flatpak. Destaca el hecho de que ya viene preinstalado, facilitando la instalación de software a través de alguno de los repositorios destacados, como por ejemplo Flathub, aunque tendrás que activarlo a mano.

Los requisitos del sistema no quedan del todo claros, aunque en caso de problemas, en su página web oficial proporcionan tanto un foro como un servidor de Discord para intercambiar más información.

Rocky Linux 9.1: novedades y cómo actualizar

Rocky Linux 9.1 ya está disponible, tanto para aquellas personas que quieran instalarlo por primera vez mediante sus múltiples ISOs, como a través del sistema de actualizaciones para usuarios de Rocky Linux 9.0.

Con un par de semanas de diferencia respecto a la publicación de la versión upstream de Red Hat 9.1 aparece Rocky Linux, el primer parche mayor para la versión 9 de Rocky Linux.

Esta distribución es compatible a nivel binario con Red Hat Enterprise Linux, debido a que toman las fuentes con las que se generan las ISOs de Red Hat, les cambian las marcas y los nombres, y con ello fabrican una distro diferente. Este proceso es correcto y es el mismo que durante tantos años estuvo haciendo CentOS, hasta que fue apartado y descontinuado en 2020. De hecho, Rocky Linux es un proyecto dirigido por Gregory Kurtzer, que fue quien empezó también el proyecto CentOS, así que experiencia hay.

Sin embargo, el hecho de que sea una distribución derivada de Red Hat implica que no tiene mucho margen de maniobra. Las novedades que tiene Rocky Linux 9.1 son las mismas que se han visto ya en Red Hat 9.1, e incluso en otras distribuciones clónicas de CentOS que ya han aparecido a estas alturas, como AlmaLinux 9.1. Sin embargo, sigue siendo valioso igualmente para quienes hayan instalado Rocky Linux 9 en sus servidores.

Para actualizar desde Rocky Linux 9.0, todo lo que tienes que hacer es ejecutar sudo dnf upgrade -y en algún momento, si es que todavía no lo has hecho a estas alturas. Como parte del proceso de actualización, se instalará la siguiente versión del sistema operativo y pasarás a utilizar la versión 9.1, como puedes comprobar si consultas el contenido del archivo /etc/rocky-release.

En cuanto a las novedades, según las notas de versión publicadas en su página, la principal característica a destacar es la llegada de Keylime. Se trata de una herramienta pensada para hacer remote boot attestation, que es algo que los administradores de sistemas hacen para asegurarse de que el software que está ejecutándose en una máquina es el correcto y que no ha sido modificado. En este caso se trata de un atestado remoto, así que se puede usar para comprobar granjas de servidores desde un host de control. Se aprovecha de las características de TPM de los ordenadores modernos para este propósito.

Por lo demás, otras novedades a destacar son la incorporación de NodeJS 18, PHP 8.1 y Ruby 3.1 al sistema de módulos de DNF. Algunos paquetes de sistema como los compiladores de GCC, LLVM, Golang o Rust también han sido actualizados a sus versiones más recientes.

Diccionario: LTS

Algunas distribuciones GNU/Linux suelen anunciar en su página web el lanzamiento de versiones LTS. Por ejemplo, en el caso de Ubuntu. ¿Qué quiere decir LTS?

Algunas distribuciones GNU/Linux suelen anunciar en su página web el lanzamiento de versiones LTS. Por ejemplo, en el caso de Ubuntu. ¿Qué quiere decir LTS?

LTS son las siglas de Long Term Support, y hace referencia a que se trata de versiones que van a recibir soporte por parte de los maintainers de la distribución durante más años que una versión regular.

En todas las distribuciones de GNU/Linux serias que encontremos por internet, va a haber una persona o grupo de personas a cargo del mantenimiento. Esto incluye detectar y corregir errores que se puedan producir en la versión, o fundamentalmente el coordinar la entrada de actualizaciones por parte de otros paquetes. Por ejemplo, si KDE corrige un bug en Plasma y la distribución porta KDE Plasma en sus repositorios, el soporte hace referencia a que eventualmente tu gestor de paquetes te traiga la actualización que corrige ese bug porque quien está manteniendo la versión de tu distro se ha ocupado de importar en el gestor de paquetes esa versión corregida.

Soportar versiones de GNU/Linux es complicado y lleva esfuerzo, porque hay que vigilar y en algunos casos securizar y validar correcciones de errores a muchos paquetes para asegurarse de que un arreglo en un paquete no causa problemas en otro. Simultáneamente, las distribuciones GNU/Linux a menudo buscan sacar versión cada pocos años para hacer evolucionar la plataforma, cambiando la arquitectura de la distro. Por ejemplo, cambiar a systemd, cambiar a PipeWire…

Estas dos cosas provocan que sea imposible estar perpetuamente dando soporte a una versión de una distribución GNU/Linux. Es mejor centrar sus esfuerzos en un conjunto de versiones limitada e ir rotando. Esto quiere decir que cuando una nueva release de la distribución sale, la más antigua pierde soporte, para que su equipo se centre en corregir los errores de una.

Generalmente las distribuciones tienen un calendario de publicación. Por ejemplo, sacan una nueva ISO y una nueva versión (Debian 8, Debian 9, Debian 10…) cada 2-3 años, o cada 6 meses, o el primer día de cada mes de abril, por decir algo. Y también establecen una duración para el soporte a esa versión. Por ejemplo, durante los siguientes 9 meses, durante los siguientes 2 años, o hasta que pasen 3 meses de la salida de la siguiente versión de nuestra distro.

Las versiones LTS están marcadas porque no son así. En este caso, el soporte durará más tiempo. Por ejemplo, durante 5 años o durante 10 años desde el lanzamiento de la versión. Esto las hace ideales para instalar en entornos donde queramos no estar cambiando cada dos por tres de sistema operativo o actualizando la versión, por los posibles problemas que pueda traer. Esta es la razón por la que es preferible en un servidor web instalar Ubuntu 22.04, que es una versión LTS, a Ubuntu 22.10, que es una versión que no es LTS y que al cabo de 9 meses tendrá que ser sustituida por otra.

Algunos ejemplos de distribuciones que tienen soporte a largo plazo son:

  • Ubuntu. Si bien las versiones regulares se publican con soporte a 9 meses, la versión que sale cada abril de año par (es decir, la 18.04, la 20.04, la 22.04, la 24.04…) es LTS, y tiene soporte durante varios años. Esto la converte en la distro de preferencia para instalar en entornos donde no deba ser tocada en varios años.
  • RHEL y derivadas. Por ejemplo, EuroLinux, Oracle Linux o Rocky Linux. Se tratan de versiones que igualmente parten del código fuente de Fedora, pero que tienen un soporte de varios años (hasta 10 años).
  • Debian. Sale una versión de Debian aproximadamente cada 2 años. El soporte de cada una de estas versiones dura 3 años. Sin embargo, sigue existiendo un soporte a largo plazo que dura más años, por lo que se puede estar aprovechando una instalación hasta 5 años hasta que llegue el momento de despedirse de ella definitivamente.

Cómo crear y abrir archivos TAR desde la terminal

Te traigo un tutorial para que aprendas a usar el comando TAR, con el que puedes generar este tipo de archivos que tan útiles resultan para archivar o transmitir múltiples ficheros o carpetas.

Un archivo TAR es un contenedor que empaqueta múltiples ficheros y directorios en un único fichero para hacerlo más fácil de archivar y distribuir. Normalmente nos encontramos los archivos TAR cuando descargamos paquetes de internet, como código fuente de programas o distribuciones ejecutables, porque es más fácil de descargar un único archivo con todo el código fuente o con todo el programa, que descargar manualmente docenas de archivos con el riesgo de que no estén actualizados.

TAR en realidad son las siglas de tape archiver, y es que este programa fue diseñado en los tiempos en los que los archivos de este tipo, por ejemplo, las copias de seguridad, se hacían sobre cinta magnética. Ahí queda claro que el propósito de TAR era condensar toda una estructura de ficheros y directorios en un mismo flujo de datos que enviar a una cinta magnética, guardándolo para el futuro. Sin embargo, hace muchos años que las cintas magnéticas fueron superados por otros formatos más baratos y fáciles de usar, como los discos duros y las memorias de estado sólido, por lo que TAR, evidentemente, te va a permitir también compactar esos ficheros y directorios sobre un archivo regular que vas a poder compartir en un pendrive o subir a tu almacenamiento en la nube. Este es un dato que puede que ahora mismo te resulte más una anécdota, pero que puede que te explique cosas cuando inicie el tutorial.

Una cosa que debes tener en cuenta es que TAR no comprime archivos, solamente los empaqueta. Esta es una de las características de la filosofía UNIX, presente hoy día en sistemas operativos como GNU/Linux o cualquier BSD, entre muchos otros. Si lo que queremos es utilizar tecnologías libres para crear archivos comprimidos, igual que haríamos en Microsoft Windows con otros formatos como el 7z o el RAR, primero tendremos que crear un TAR del directorio a comprimir, y luego comprimir por separado el archivo .tar resultante. La ventaja de este sistema es que existen múltiples formatos de compresión de archivo, y al separar ambos pasos, podemos elegir el que nos interese para cada caso de uso, o incluso prescindir de la compresión. Si vas a crear un tarball de algunos tipos de archivo, como vídeo o imágenes JPG, tienes que saber que esos tipos de archivos ya llevan compresión, por lo que volver a comprimir el TAR generado no te va a aportar mucho.

Cómo creo un archivo TAR desde la línea de comandos

Para crear un archivo TAR, todo lo que tienes que hacer es identificar primero el fichero o directorio que quieres empaquetar. En este caso, por ejemplo, vamos a empaquetar una distribución de código fuente que queremos archivar en nuestra copia de seguridad.

workstation ~/CodigoFuente $ ls
fs.c  fs.h  gui.c  gui.h  main.c  Makefile  network.c  network.h  README

En este caso, lo más recomendable sería crear un archivo TAR de todo el directorio CodigoFuente completo. Cuando fabricas un archivo TAR, toda la estructura de directorios se mantiene. Esto quiere decir que si comprimo la carpeta CodigoFuente, dentro del TAR se recordará cada uno de los subdirectorios que existen, y a qué directorio le pertenece cada uno de los ficheros que hay dentro del archivo. Y esto es ventajoso porque cuando lo extraigamos posteriormente, nos dejará los archivos colocados en una subcarpeta, para un acceso más limpio.

Se trata de evitar lo que de otro modo se conoce como tarbomb. Una «tarbomb» o «bomba TAR» ocurre cuando al extraer un archivo, nos llena el directorio actual de archivos extraídos, haciendo mucho más complicado encontrar cuáles son los archivos que vienen del TAR y cuáles son los que ya estaban en el directorio de trabajo antes de iniciar la extracción. Es una mala práctica y van a odiarte mucho si esto ocurre, por lo que lo mejor es comprimir la carpeta completa desde arriba:

Nos vamos a ir al directorio superior y vamos a ejecutar el siguiente comando para comprimir:

workstation ~/CodigoFuente $ cd ..
workstation ~ $ tar -cvf CodigoFuente.tar CodigoFuente
CodigoFuente/
CodigoFuente/network.h
CodigoFuente/main.c
CodigoFuente/gui.c
CodigoFuente/fs.h
CodigoFuente/Makefile
CodigoFuente/network.c
CodigoFuente/fs.c
CodigoFuente/gui.h
CodigoFuente/README

Os describo qué se ha hecho aquí. El comando tar, que es el que se usa para crear y abrir archivos de tipo tar, está lleno de opciones. Podemos ver un extracto de estas opciones si ejecutamos el comando tar --help, aunque también podemos ver en detalle un manual de instrucciones si ejecutamos man tar y nos leemos su manpage.

Podemos modificar muchísimos aspectos a la hora de crear archivos, incluyendo la posibilidad de actualizar un TAR ya existente, o de conservar la información de permisos de archivo en un sistema UNIX. En este caso, no le estoy dando tantas opciones: apenas le dí los siguientes flags, -cvf. Si vamos a pasarle varias opciones, podemos simplificarlo y en vez de escribirlo como -c -v -f, lo podemos pasar todo junto como -cvf. El efecto será el mismo.

En este caso, las opciones que le he dado son:

  • -c: con esta opción, lo que le digo a TAR es que vamos a crear un archivo TAR. Debería venir de las primeras, ya que esta opción es la que le dice al programa qué va a hacer hoy, si crear, listar o extraer.
  • -v: con esta opción voy a activar el modo verboso. Esto significa que cada vez que TAR procese un archivo, va a escribir a la terminal una línea diciendo cómo se llama el archivo que se ha procesado. Esto nos viene bien para dar seguridad, aunque en algunos casos podemos quitar la opción para hacer más silenciosa la ejecución.
  • -f: con esta opción, le especifico que quiero que me procese el TAR sobre un archivo. Este paso parece obvio pero hay que aclararlo, por las razones que comentábamos antes: TAR es realmente capaz de volcar datos en muchas partes, archivos, cintas e incluso sobre la salida estandar en bruto. Por lo tanto, tenemos que especificar la opción -f para pedirle que vuelque sobre un archivo, cuyo nombre, de hecho, tiene que venir después. Por eso, a continuación de la opción -f nos encontramos ese CodigoFuente.tar. Con esto le estamos diciendo cómo queremos que se llame el archivo de código fuente que queremos que nos genere.

Después del CodigoFuente.tar que pertenece a esa opción -f, tenemos que poner la lista de archivos regulares y directorios que queremos incluir en el archivo. En este caso voy a poner simplemente CodigoFuente porque quiero que me incluya el directorio con todos sus descendientes. Si quisiésemos incluir más elementos en el archivo, podríamos poner la lista completa. Por ejemplo, tar -cvf Salida.tar Carpeta1 Carpeta2 Carpeta3 Leeme.txt.

Una vez ejecutamos el comando, tenemos nuestro archivo CodigoFuente.tar correctamente creado.

Cómo listo el contenido de un archivo TAR

Supongamos que tenemos un archivo TAR y queremos saber lo que hay dentro sin extraerlo. Igual que podemos usar la opción -c para crear un archivo TAR, tenemos más opciones para inspeccionar o para extraer el contenido de uno de estos archivos.

Veamos cómo utilizar la opción -t, que lo creas o no quiere decir --list, es decir listar el contenido de un archivo. Para este ejemplo, he colocado en mi carpeta de descargas un paquete que he obtenido de internet y que está en formato TAR:

workstation ~/Downloads $ ls
gzip-1.12.tar
workstation ~/Downloads $ tar -tf gzip-1.12.tar
gzip-1.12/
gzip-1.12/gzip.1
gzip-1.12/zcmp.in
gzip-1.12/cfg.mk
gzip-1.12/configure.ac
gzip-1.12/gunzip.1
gzip-1.12/zmore.in
gzip-1.12/zip.c
gzip-1.12/zless.in
gzip-1.12/zforce.in
[etc]

En este caso, como se ve, el comando que he usado es tar -tf. La explicación de parámetros me va a llevar menos tiempo:

  • -t, como he dicho, pone TAR en modo listar. No se va a extraer nada, solamente se va a enumerar lo que hay dentro del archivador. El resultado del comando se volcará sobre salida estandar, lo que significa que lo veremos en nuestra terminal o que lo podremos mandar a otro programa.
  • -f es, de nuevo, la opción que usamos para especificar que queremos trabajar con un archivo, ya que de otro modo le podríamos especificar otra fuente de datos; tal vez un flujo de entrada estandar que venga de un lugar como pueda ser internet o incluso un lector de cintas magnéticas de verdad. Y de nuevo, le especificamos a continuación el archivo que queremos que procese.

En este caso, no le estoy proporcionando la opción -v porque el comando va a generar igualmente una lista de resultados quiera o no, así que no es necesario especificarlo.

Cómo extraigo un archivo TAR

Finalmente, vamos a ver como extraer un archivo. Se hace, como antes, modificando los parámetros que le pasamos al comando tar, y poniéndolo esta vez en modo extracción, que es la opción -x, de extract.

Vamos a hacer el ejemplo usando el mismo paquete que he mostrado en el caso anterior.

workstation ~/Downloads $ tar -xf gzip-1.12.tar 
workstation ~/Downloads $ ls
gzip-1.12  gzip-1.12.tar
workstation ~/Downloads $ ls gzip-1.12
aclocal.m4      gzip.doc     unzip.c
algorithm.doc   gzip.h       util.c
AUTHORS         inflate.c    zcat.1
bits.c          INSTALL      zcat.in
build-aux       lib          zcmp.1
cfg.mk          lzw.h        zcmp.in
ChangeLog       m4           zdiff.1
ChangeLog-2007  maint.mk     zdiff.in
configure       Makefile.am  zegrep.in
configure.ac    Makefile.in  zfgrep.in
COPYING         NEWS         zforce.1
deflate.c       README       zforce.in
dfltcc.c        revision.h   zgrep.1
dist-check.mk   sample       zgrep.in
doc             tailor.h     zip.c
GNUmakefile     tests        zless.1
gunzip.1        THANKS       zless.in
gunzip.in       TODO         zmore.1
gzexe.1         trees.c      zmore.in
gzexe.in        unlzh.c      znew.1
gzip.1          unlzw.c      znew.in
gzip.c          unpack.c

En este caso, he prescindido de la opción -v. De habersela dado, podría obtener un listado de los archivos que se iban extrayendo a medida que esto iba ocurriendo. Os he querido enseñar aquí que no siempre es necesario poner el comando en modo verboso, y que a veces se puede extraer en silencio. Sin embargo, si vamos a extraer grandes copias de seguridad desde la terminal y no nos molesta, tal vez nos interese presentar con la opción -v un progreso de la extracción, para saber por lo menos que todo está yendo bien cuando miremos la terminal.

En este caso, el comando completo que he usado tiene como parámetros -xf. Como os hacéis a la idea, la opción f sirve para decirle cómo se llama el archivo que queremos extraer. Sin embargo, en este caso, la opción -x es la que usamos para, como os digo, pedirle a TAR que extraiga.

Por suerte, este paquete está bien montado y cuando se extrae genera un directorio llamado gzip-1.12 con el código funete de la aplicación. Si entre manos tuviésemos una tarbomb, mi directorio de descargas ahora estaría lleno de archivos, y yo tendría que echar más tiempo en limpiar luego, con el fin de quitar lo que sirve y lo que no.